Como consecuencia de la crisis muchos jóvenes españoles se quedaron sin empleo o simplemente no lo encontraron después de terminar su formación, una verdadera pena después del esfuerzo que conlleva estudiar una carrera durante varios años para que después de estar medianamente preparados para iniciar una nueva etapa en el mundo laboral, se tengan que quedar en casa porque no hay sitio en ningún lado para ellos.
Muchos de estos jóvenes no se dejaron intimidar por las circunstancias y le plantaron cara al problema. Decidieron salir de España para poder buscar un futuro laboral mejor, para esto decidieron emigrar a países en los que no conocen la palabra crisis, muchos se fueron para Alemania, la tierra de las oportunidades, otros se quedaron en Inglaterra por el tema de la cercanía y del idioma, algunos más atrevidos se echaron la manta a la cabeza y decidieron viajar al otro lado del mundo eligiendo como destino Australia o el continente asiático.
Pero ¿cómo pueden costearse los jóvenes estos gastos? Algunos de ellos recibieron la ayuda de sus padres, a otros no les quedo otra que solicitar créditos rápidos para poder hacer frente a todos los gastos que conlleva iniciar una aventura de este tipo.
Hay que tener en cuenta que la mayoría de estos jóvenes no han trabajado nunca o si lo han hecho ha sido de becarios que en la mayoría de los casos no ganan ni para cubrir los gastos. Si estos jóvenes van al banco a pedir un crédito personal lo más probable es que el director de la entidad bancaria se ría en su cara y los mande a casa con mamá.
Desgraciadamente nadie les ha dado una oportunidad a esos jóvenes que posiblemente sean grandes talentos en la especialidades que han estudiado y ¿Quién está disfrutando de nuestros genios? ¿Quién tiene en sus plantillas a los jóvenes cualificados españoles? Pues sí, los países vecinos, ellos se han quedado con nuestros jóvenes, las brillantes mentes que en España no tenían otra alternativa que trabajar haciendo pizzas o reponiendo estanterías, hoy son los médicos, los ingenieros, los abogados, los arquitectos de los países vecinos, esto está siendo una fuga de cerebros y lo peor de todo es que nos estamos dando cuenta de que todas estas personas que se marcharon buscando una oportunidad, posiblemente no volverá ya que inician una nueva vida y forman una familia en el lugar en el que residen.