Hay días en las que odio estar dentro de algunas redes sociales, más que nada porque me doy cuenta de la realidad más absoluta. Aunque es verdad que en ocasiones nos encontramos con grandes bulos, debo señalar que en la mayoría de los casos las noticias son más reales que la vida misma. Noticias de abusos a menores, noticias de violencia de género, noticias de asesinatos, noticias en las que las personas mayores también se ven afectadas, en general noticia y más noticias que muchas veces te hagan querer bajarte de este mundo tan grotesco, un mundo en el que muchas veces no merece la pena vivir, y donde te das cuenta que la peor especie es la humana. Con cualquier noticia mala de estas características te dan ganas de llorar pero cuando de primera mano ves como esas noticias están más cerca de lo que piensas es mucho peor, cuando te enteras que un matrimonio mayor ha decidido quitarse juntos la vida porque nadie quiere hacerse cargo de ellos, es cuando te preguntas que clase de gente estamos formando, por culpa de enfermedades como la demencia senil o el Alzheimer cuando se ven desprotegidos y sin apenas recursos para recordar es cuando los hijos o familiares más allegados no quieren saber de ellos.
Claro en nuestras ajetreadas vidas no cabe la de un mayor, en nuestras ajetreadas vidas hace que tengamos que ocuparnos de quien nos dio la vida, tenemos tiempo para todo menos para cambiar un pañal, si nos vamos de vacaciones queremos ir despreocupados no pendientes de ponerle crema para que no se queme con el sol como ellos hacían cuando éramos pequeñitos. Pero0o claro de eso ya no nos acordamos, ya se nos han olvidado las noches en vela porque nos dolía la tripa o cuando nos daba miedo el monstruo que se hospedaba debajo de nuestra cama. Por suerte para ellos se cuenta con auténticos profesionales que saben hacer muy bien su trabajo en muchos centros geriátricos, profesionales que se desviven porque a nuestros mayores no les falte de nada, porque estén bien alimentados, y preocupándose de que el textil geriatria esté limpio a diario. En definitiva me quedo con eso y a pesar del mal sabor de boca que me queda cuando hablo de estos temas, confío en que quien lea mi artículo pueda recapacitar y darse cuenta que sin esos mayores no serían las personas que son ahora mismo.